La ciudad de Guayaquil era un puerto importante que
contaba con una guarnición de 1.500 hombres que en su gran mayoría eran
naturales de la provincia con varios oficiales que simpatizaban con la
causa independentista aguardando el momento precisos para manifestar
dichas afinidades.
En aquella época llegan de paso por el puerto el Mayor Miguel de Letamendi y los capitanes Luis de Urdaneta y León de Febres Cordero,
oficiales degradados del batallón “Numancia” por sus tendencias
antirrealistas, entran en contacto con otros personajes porteños afines
a sus ideas.
Lo cierto es que el 8 de Octubre de 1.820 los conspiradores
decidieron “entrar en acción” de tal modo que en la madrugada del 9 de
Octubre el capitán Febres Cordero
toma el cuartel de Granaderos sin encontrar resistencia alguna algo
parecido ocurre en los demás cuarteles de la ciudad en donde casi no
existió oposición alguna, no así en el batallón “Daule” en donde el
comandante Joaquín Magallar se enfrentó al Capitán Luis de Urdaneta y debió ser abatido junto a otros ocho soldados que secundaron su acción.
La muerte del comandante Magallar fue la única que se dio en la toma
de la ciudad, ya por la mañana del 9 de Octubre de 1.820 se organiza
una Junta de Guerra presidida por Luis de Urdaneta, se nombró a Olmedo como Jefe Político y al teniente Gregorio Escobedo como comandante militar.
Finalmente el 8 de Noviembre los diputados de la provincia de
Guayaquil se reúnen y conforman la Junta de Gobierno definitiva,
compuesta por José Joaquín de Olmedo como presidente, Rafael Jimena y
Francisco Roca como Vocales y Secretario de Junta a Francisco Marcos.
De inmediato la nueva Junta de Gobierno presenta ante los diputados
de la Provincia un proyecto de constitución conocido como “Reglamento
Provisional” que fue aceptado y aprobado el 11 de noviembre de 1.820.